Probablemente en más de una ocasión nos hemos visto inmersos en un bucle de cansancio y desmotivación en el trabajo, derivado de una época de estrés prolongado.
Es en estos momentos cuando nos damos cuenta de que necesitamos un respiro como dormir, frenar o permanecer en reposo.
Aquí te vamos a proponer tomar un descanso activo y te vamos a explicar el por qué.
¿Qué es el BURNOUT?
Si has experimentado el llamado «estado de agotamiento», formas parte del 43% de los profesionales en España. (Guía de Mercado Laboral en 2022). Tiene sentido, ya que estamos viviendo una época en la que los niveles de estrés reportados son más altos que nunca, y sobre todo las nuevas generaciones hemos conseguido normalizar tener horarios intempestivos, anteponer obligaciones laborales a familiares, y un largo etcétera que no deja indiferente a nuestra salud física y mental.
El llamado «burnout» ha existido como un concepto clínico desde la década de 1970, cuando el psicólogo Herbert Freudenberger observó que los trabajadores sanitarios, especialmente enfermeros y médicos, se sentían cada vez más abrumados y estresados en su entorno laboral. Las personas afectadas tenían la impresión de que recibían muy poco aprecio y consideración por el tiempo y la energía que invertían en su trabajo.
Actualmente la OMS define el burnout como «síndrome como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo» y describe tres síntomas reconocibles: (i) agotamiento o falta de energía, (ii) «distanciamiento mental» del puesto de trabajo, y (iii) disminución de la eficacia laboral.
¿Cómo identificarlo?
No se trata de un mal día o semana en el trabajo, si no de un patrón continuo y duradero.
Estar permanentemente cansado
Uno de los principales síntomas de que estamos totalmente desgastados es encontrarnos con sensación de agotamiento a pesar de haber dormido diez horas. El agotamiento puede ser mental o físico y se traduce en una sensación de falta absoluta de energía.
Descuidar nuestros buenos hábitos
Cuando sufrimos burnout, solemos optar por lo menos saludable. Descuidamos nuestra alimentación consumiendo más comida rápida, nos volvemos más sedentarios y nos refugiamos en remedios como pastillas o café para obtener energía. Además, no controlamos si estamos o no durmiendo lo suficiente. Este tipo de conductas van encadenadas ya que es más fácil comer mal si dormimos mal, ser mas sedentarios si no tenemos energía etc.
Reducción del rendimiento laboral
Si sospechamos que podemos estar sufriendo burnout, podemos empezar por comparar nuestro desempeño laboral en años anteriores. Si observamos que nuestro estado actual tiene un historial corto, podemos entender que se trata (por ahora) de un momento puntual de desmotivación. En cambio, si se trata de un estado muy prolongado en el tiempo, podemos entender que se trata de un agotamiento crónico.
Relación BURNOUT y ejercicio físico
Prevenir y tratar el burnout generalmente empieza por mejorar el bienestar general
Nosotros defendemos que el primer paso para hablar de bienestar general, es atender nuestro bienestar físico. No será la primera vez que leamos que el deporte nos ayuda a ser más felices y tratar con el estrés.
No hace falta tener una complicadísima tabla de ejercicios, o una rutina completa de lunes a viernes. Podremos empezar a ver resultados tan solo dedicando unos minutos al día.
La producción de las conocidas hormonas de la felicidad se debe a un hecho de pura supervivencia: Cuando nuestros ancestros tenían que huir corriendo de cualquier peligro, el propio organismo segregaba endorfinas con el objetivo de reducir los síntomas provocados por la fatiga y aliviar la percepción del dolor. Se producía entonces un efecto gustoso de recompensa en el organismo que animaba a seguir corriendo ante el peligro, de tal manera que aumentaban las posibilidades de sobrevivir en el entorno.
Además, la sensación de superación y de logro que el deporte implica nos ayudará a sentirnos fuertes en los demás aspectos de nuestra vida. Cuanto más entrenamos, mayor es nuestro rendimiento no solamente en el ámbito deportivo, si no en el ámbito profesional.
Si estás pasando por una época de mucho estrés, te animamos a que pruebes por empezar el día con entrenamientos cortos que eleven tu ritmo cardiaco. Haz una comparación entre semanas de alta carga de trabajo, con y sin haber empezado el día con ejercicio físico, y observarás la gran diferencia que tiene en el humor, el desempeño y la calidad de vida.
En Fitísimo tenemos claro que el futuro de las empresas es garantizar que sus empleados puedan tomarse un descanso saludable. Ponemos todo de nuestra parte para que hacer deporte y adoptar buenos hábitos sea parte del día a día en las compañías.